Mateo 14:22-27 “En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de Él a la otra ribera, entre tanto que Él despedía a la multitud. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. Más a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; Yo soy, ¡no temáis!” (RV60).

En ocasiones nos despertamos de madrugada, y no podemos dormir, estamos dando vuelta y vuelta en nuestra cama. Lo que debemos hacer es levantarnos y orar, ya que es una oportunidad de conectarnos con Dios.

En los tiempos Bíblicos, la noche se dividía en 4 vigilias, siendo la cuarta la hora más oscura de la madrugada.

Jesús usó este tiempo para mostrarle a sus discípulos, a usted, y a mí, que aún en lo más oscuro de la noche, o en ese momento de angustia que podamos estar viviendo, Él está ahí para hacer ese milagro que tanto necesitamos.

En este pasaje vemos que Jesús manda a sus discípulos delante de Él en una barca, mientras Él despide a la multitud y queda solo, orando de noche.

Cuando la barca estaba en medio del mar, fueron azotados por las olas, por un viento contrario. Si Jesús necesitaba orar de madrugada, cuanto más nosotros que naturalmente sentimos miedo en las dificultades que se nos presentan.

Qué importante es la fe, y la oración en estos momentos difíciles. Es necesario levantarnos y orar de madrugada para estar preparados.

¿Qué nos dice o nos exhorta nuestro Señor a hacer? 1 Tesalonicenses 5:6: “Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.” (RV60). Nos manda a vigilar.

Cuando los discípulos estaban pasando ese momento en el mar, dice el verso 25, “Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.” Entre las 3 y 6 de la mañana, Jesús vino a ellos. ¿Puedes ver la importancia de levantarnos a orar de madrugada? Jesús vendrá a nosotros y nos dirá: “¡Tened ánimo; ¡Yo soy, no temáis!”

Cuando sientas desmayar en esa prueba, es tiempo de levantarte, y buscar a Dios de madrugada y seguir el ejemplo de Jesús. Él está cerca. Búscalo.

Oremos: Señor, ayúdame a levantarme y quitar toda pereza espiritual para buscarte de madrugada. Amén.