El afán y la ansiedad

Ago 30, 2024 | Amor, Devocional, Mujer | 0 Comentarios

¿Limitantes o Propulsores? (Serie)

Resido con mi familia en Colombia. Hace unos meses, una de mis hijas partió para Malta, Europa. Mi hija se fue con la seguridad de que su papá (mi esposo), le iba a proveer de todo durante su estadía de tres meses en ese país. Ella confiaba que su papá le enviaría su mensualidad para cubrir los gastos de alimentación, arriendo, y los extras que surgen en estos viajes. La vi partir tranquila, porque sabía que su papá le patrocinaría el viaje completo, y aunque se fue con solo 300 euros en su bolso, ella daba por hecho que su papá le daría todo lo que fuese necesitando; de hecho, antes de salir del país, mi esposo tuvo que presentar una carta y demostrar que contaba con los fondos necesarios en su cuenta para cubrir todos los gastos del viaje.
 
Este acontecimiento me llevó a meditar en la similitud del actuar de Dios (nuestro Padre) con nosotras (sus hijas), y a reflexionar en nuestra actitud de duda respecto a nuestro patrocinador que tenemos en el cielo. Él nos creó a su imagen y semejanza, nos llamó por su nombre y ya tiene todo listo y preparado para nosotras; pero, nuestra confianza y nuestra fe se ven quebrantadas cuando dudamos de Su gracia y provisión. Si entendiéramos realmente que somos, nada más y nada menos, que sus hijas.
 
¿Cómo mi esposo podría abandonarla? Jamás porque él la ama, porque es linaje suyo, su princesa, y ver a mi esposo con mis ojos físicos pendiente de ella, enviándole mes a mes lo necesario para sus gastos, sin esperar a que ella le pida, me hizo recordar que así es Dios con nosotras, qué Él ya ha preparado cada cosa para que estemos bien, y para que nada nos falte. No tenemos por qué temer, somos Suyas, le pertenecemos, somos sus princesas.
 
Él ya nos capacitó y tiene en su cuenta todo lo necesario para darnos. Él sabe cuándo y en qué momento, Él conoce exactamente qué queremos, y aún sin pedírselo nos lo entrega. Necesitamos entendimiento espiritual para comprenderlo, porque nuestros ojos físicos no alcanzan a verlo. Yo te invito a que dejemos de dudar y hagamos este viaje acá en la tierra, como lo hizo mi hija en Malta, seguras de que nuestro Papá es nuestro patrocinador, y de que nada nos hará falta porque Él cuida de nosotras.
 
El afán y la ansiedad: Lucas 12:22-31 “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (RVA).

 

 

Escucha y síguenos

También te puede interesar

Ver a Jesús en otros

Ver a Jesús en otros

Una visión de fé (Series) Proverbios 19:17: “A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha...

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *