Traición

Sep 10, 2024 | Amor, Devocional, Jesus, Mujer | 0 Comentarios

Fuego amigable es el término que se le da a un disparo que se originó en el mismo bando. Esta terminología es propia del ámbito militar. Cuando las tropas van a la guerra, se producen muchas bajas por fuego cruzado; pero ocasionalmente, puede surgir un fuego amigable. Estos son accidentes de guerra, soldados heridos por balas que fueron disparadas por sus compañeros.

Ser atacado por el mismo bando me lleva a pensar en una traición, como cuando eres atacada por alguien de tu círculo cercano. El dolor que experimentas al entender que confiaste en alguien que no te valoró, y expuso tu vulnerabilidad. Esto hace que nazca un resentimiento en tu corazón hacia esa persona, generando tristeza, y hasta un sentimiento de culpa por haber confiado.

Pero ¿qué pasa cuando ese ataque de fuego amigable se originó en ti misma? Cuando te produces un autosabotaje. ¿Te ha pasado? Me ha sucedido en varias ocasiones. Recuerdas ese episodio con todo detalle porque dejó una huella en tu mente.

Recuerdo una ocasión, hace varios años, en la que me invitaron a exponer mi libro en un club de lectura de la Universidad. Me sentía insegura de hacer mi exposición en un idioma que no es el mío, pero acepté el reto. Cuando la joven que me invitó me vio, mostró sorpresa, me vio de pies a cabeza, y no encontraba las palabras para dirigirse a mí. Yo entendí, por su actitud, que ella no esperaba que yo fuera “Latina,” solo me había contactado por email un poco después de que salió un reportaje del libro en el periódico, y posiblemente asumía, por mi apellido, un origen diferente. Lo cierto es que esta entrada ocasionó aún más inseguridad en mí. Tambaleé en mis palabras al hacer mi presentación, sentí que todo salió mal. El sentimiento de culpa por no haber hecho una buena presentación me persiguió por mucho tiempo, y aún recuerdo cada detalle de ese evento.  

Salmo 41:9: “Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar.” (RV60).

Jesús también fue atacado por un miembro de su mismo bando, y nos modela la forma de vencer todo resentimiento que esté intentando arraigarse en nuestro corazón.

Mateo 26:50: “Jesús dijo: Amigo mío, adelante, haz lo que viniste a hacer. Entonces los otros agarraron a Jesús y lo arrestaron.” (NTV).

Jesús perdonó a Judas, aún antes de que este cometiera su acto de traición. El perdón es el único camino a la restauración, a sanar tu corazón. Perdona a los que te traicionaron, y avanza, no te estanques en el recuerdo del dolor de haber sido expuesta. Perdónate si tu fuiste la que te sacó el pie para hacerte tropezar, reconoce que hiciste un autosabotaje y prepárate para superar toda deficiencia que facilitó tu caída. Levántate, sacúdete el polvo de la tierra, y avanza, porque no será la última vez que caerás, pero asegúrate de que cada tropezón te haga pasar la lección, te haga crecer y madurar, para que no tropieces dos veces con la misma piedra.

Oremos: Señor, perdóname por esos pensamientos que contemplo que no vienen de ti, hoy decido perdonar a los que me traicionaron y me perdono a mí misma por las veces que me he hecho tropezar. Dame la sabiduría que necesito para vivir la vida que diseñaste para mí. Amén.

Escucha y síguenos

También te puede interesar

Ver a Jesús en otros

Ver a Jesús en otros

Una visión de fé (Series) Proverbios 19:17: “A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha...

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *